El documento describe la precariedad que enfrentan las mujeres trabajadoras domésticas remuneradas en Colombia, muchas de las cuales son negras, afrocolombianas, indígenas, mestizas, y migrantes. Estas mujeres enfrentan informalidad, violencia, explotación y discriminación, con una labor que a menudo no es reconocida ni valorada. La reseña también destaca las luchas y organizaciones sindicales que buscan visibilizar sus derechos y la importancia de su trabajo en la economía. Además, menciona los esfuerzos académicos y jurídicos por comprender y mejorar sus condiciones laborales, subrayando la necesidad de políticas públicas coherentes y mecanismos de seguimiento que protejan sus derechos humanos y laborales.