En Colombia, a pesar de que la negociación colectiva está consagrada como un derecho fundamental en la Constitución y de la ratificación de varios convenios de la OIT, existen numerosos obstáculos tanto en la legislación como en la práctica que dificultan su ejercicio. La negociación se realiza principalmente a nivel de empresa, sin opciones significativas para la negociación por rama, lo que resulta en una cobertura muy limitada de los convenios colectivos. Además, se utilizan estrategias como los pactos colectivos para desalentar la libertad sindical. En contraste, países como Argentina y Uruguay han implementado reformas legislativas que fortalecen la negociación por rama, mejorando las condiciones laborales y salariales de los trabajadores. En Colombia, es urgente realizar cambios legislativos que permitan una negociación centralizada y eviten la fragmentación del movimiento sindical, garantizando así una mayor representatividad y capacidad de negociación para los sindicatos.